QUEDAOS EN LA TRINCHERA Y LUEGO CORRED (John Boyne)

Hace poco publiqué la reseña de "El niño con el pijama de rayas", un libro que ya había leído hace tiempo pero que me encantó. Y por ese motivo tenía que leer algún otro del autor. Tras leer la sinopsis de este no lo dudé ni un momento aunque ya aviso que no llega a impactar tanto como el otro.

Datos del libro.

Autor: John Boyne.

Nº de páginas: 256

Año de publicación: 2.013

Editorial: Nube de tinta

Sinopsis.

El 28 de julio de 1914, Alfie celebra la fiesta de su quinto cumpleaños que coincide con el estallido de la primera guerra mundial. El padre de Alfie, Georgie, decide alistarse inmediatamente porque cree que es su obligación de ciudadano y, además, está convencido de que todo acabará antes de que lleguen las Navidades. Después de cuatro años y enfrentado a un panorama desolador, Alfie descubre que el padre al que ya daba por muerto no regresa porque está internado en un hospital militar, así que decide coger un tren e ir a buscarlo para traerlo de vuelta.

Opinión.

John Boyne sigue en este libro la línea de El niño con el pijama de rayas. Alfie es un niño tan inocente como lo era Bruno en el otro libro y la historia está narrada desde su punto de vista. Lógicamente el punto de vista de un niño es bastante limitado por lo que la acción transcurre casi íntegramente en la calle donde vive y los personajes no van más allá de su familia, amigos y vecinos. Pero, ¿acaso un niño conoce mucho más o podría explicar más sobre la guerra? A excepción claro de los que viven los ataques en directo.

He leído en alguna reseña que el libro les había defraudado en el sentido de que se centra en las vivencias del niño y no en los millones de personas que sufrieron la Primera Guerra Mundial. Pero yo no creo que defraude por eso, simplemente es una historia que hay que mirar desde el prisma de un niño y que no puede compararse con las grandes historias sobre la gran guerra que nos explican todo detalladamente al estilo de La caída de los gigantes de Ken Follet. De hecho, pese al título, no esperéis ver trincheras, ni batallas.

Alfie tiene un quinto cumpleaños muy agridulce. Es su fiesta pero la gran guerra ha estallado y su padre se marcha al frente. Le promete volver en Navidad pero han pasado cuatro años y no ha vuelto. Al principio escribía, pero después dejaron de llegar cartas y Alfie empezó a sospechar que algo ocurría. Esta convencido de que su padre ha muerto y no quieren decírselo.
Su madre tiene que trabajar mucho para poder sobrevivir y Alfie decide que, aunque es pequeño, tiene que colaborar, por lo que se escapa del colegio y limpia botas en la estación de King Cross. Así es como descubre que su padre está ingresado en un sanatorio mental y decide sacarlo.

La historia no tiene mayores sorpresas, no esperéis ese final impactante que generó fama alrededor de El niño con el pijama de rayas. Pero sí es una historia muy emotiva, inverosímil a veces, pero que nos muestra valores muy importantes como la amistad y el amor incluso en épocas difíciles. Hay dos frases que me han gustado mucho del libro:

Lo hice por la mejor razón del mundo. Por amor.

Esta es una frase que Alfie escucha de pequeño y no acaba de entender ya que el amor es cosa de chicas. Pero la irá entendiendo a medida que crezca.

Los amigos siempre se apoyan, ¿no?

Y con esta frase conoceremos al amigo del padre de Alfie y descubriremos la otra cara de la guerra que no suelen mostrarnos, la de los que no luchan por declararse objetores de conciencia. Es un personaje interesante.

Así que desde aquí os recomiendo este libro. No es una obra maestra pero si está entretenido para pasar un rato. Además se lee en dos ratos porque es muy cortito.