sábado, 7 de diciembre de 2013

DE PARTE DE LA PRINCESA MUERTA (Kenizé Mourad)


 
Hoy voy a hablaros de un clásico que leí hace años gracias a una colección de un periódico, donde este fue el primer título.

 Datos del libro.

Autora: Kenizé Mourad.
Nº de páginas: 752
Año de publicación: 1.987
 
Sinopsis.

La princesa Selma, exiliada de Turquía cuando todavía era una niña, emprendió un camino de sorpresas e inquietudes que la llevó del Líbano a la India y concluyó con su llegada a Francia al comienzo de la segunda guerra mundial. Fue una vida fugaz, dramática, tan extraordinaria como fascinante. En París, la princesa dio a luz a una niña que sería su fruto más valioso: la autora de este libro. De parte de la princesa muerta es una novela histórica que narra de una manera viva y realista, que refleja con gran interés y maestría los ambientes y las idiosincrasias de la corte otomana, del pueblo libanés y de la india de los rajás, llena de grandeza y de miseria a la vez. Al mismo tiempo, describe de forma minuciosa la rica personalidad de una mujer que vive los acontecimientos con una profunda sensibilidad, capaz de superar todos los fanatismos.

Opinión.

El libro está dividido en cuatro partes bien diferenciadas, los países en los que Selma vive: Turquía, Líbano, India y Francia. En cada uno de estos países el personaje de Selma irá evolucionando en función de lo que vive en ellos, experiencias que marcarán toda su vida.
 
La primera parte nos narra la vida de Selma en Turquía. Allí todavía es una niña que vive en el palacio del sultán, fascinada por la grandeza del imperio otomano, pero que ve como su país es derrotado y ocupado tras la Primera Guerra Mundial en la que lucha del lado de Alemania. Los movimientos que liberarán a Turquía de la ocupación tampoco son buenos para ella ya que suponen la expulsión del país de la familia de Selma.
 
Tras esto Selma, su madre y su inseparable eunuco Zeynel se instalan en Líbano. Allí asistirá a uno de los mejores colegios de Beirut, ciudad ocupada por los franceses y por tanto veremos los primeros choques culturales puesto que lógicamente el colegio es católico. Asistiremos también al paso de la Selma niña a la Selma adulta que crece en una ciudad de costumbres más ligeras a las que su madre desearía para ella, debido la ocupación europea y en la que la protagonista asistirá a fiestas y bailes que su madre no aprobará del todo. Vivirá su primer amor y también su primera desilusión, lo que la llevará a aceptar el matrimonio que su madre está negociando con un rajá indio al que Selma no conoce. Lo que parece ser la huida hacia su libertad puesto que Amir se ha educado fuera de la India no es sino un paso hacia su ahogamiento.
Una vez en la India vemos a una Selma ya adulta que no llega a adaptarse a las costumbres de ese país tan rígido en el que la mujer apenas es valorada. La protagonista no llega a entenderse con su marido a pesar del amor que se profesan y huye a Francia para dar a luz a su hija pretendiendo que tenga así una libertad de la que ella nunca ha gozado, donde morirá al término de la Segunda Guerra Mundial, dejando a su hija (la autora del libro) sola y desprotegida.
 
No creo que haya desvelado nada del libro puesto que por el título ya nos queda claro que la princesa muere y su paso por los diferentes países lo vemos en la sinopsis. Lo interesante es leer lo que le va ocurriendo, los conflictos que vive tanto internos como de costumbres en los diferentes países por los que va pasando. Lo desdichada y fuera de lugar que se siente en todos los sitios. Como ya he dicho alguna vez, me encantan los libros que nos enseñan otras culturas y en esta novela eso lo tenemos de principio a fin. Selma es un personaje difícil, hay momentos en los que la adoras y otros en los que llega a saturar por su prepotencia, cosa que también es entendible dada la educación que recibe de su madre, la sultana Hatidjé, presente en toda su vida y que marcará su carácter. Pero incluso esos momentos de altivez son suavizados por Mourad para buscar el lado más humano de su madre a la que parece adorar a pesar de no haber llegado a conocerla.
 
El libro me gustó bastante si bien al final me decepcionó un poco por una frase de su epílogo: “Finalmente para acercarme a ella (a mi madre) todavía más, para reencontrarla, confié en mi intuición y mi imaginación”.  Como vemos en el libro la autora no conoció a su madre, pero yo pensaba que lo que nos muestra en el libro era el trabajo de una investigación sobre ella. Y sí, hay partes que sí lo son puesto que Kenizé Mourad logra encontrar a su familia a los veintiún años y lógicamente la darán información veraz sobre Selma. Pero otra mucha parte de la historia es pura imaginación, lo que me dejó un sabor agridulce respecto a la novela a pesar de que me había gustado bastante. Me sentí "engañada" de algún modo aunque no por ello dejaría de recomendar el libro.




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